lunes, 17 de febrero de 2020

ACTIVIDAD 3 ( EL CUENTO)

Hace muchos, muchos años, en un país lejano y triste vivía un anciano en una pequeña cabaña, en el bosque, escondida y difícil de encontrar. Era carpintero de profesión y refugiado en su soledad. En el pueblo se comentaba que parecía haber tenido un pasado difícil y estaban en lo cierto. Jonás, que así se llamaba el anciano, era huérfano y la única familia que consiguió tener, su mujer y su hijo, murieron en un trágico accidente tras naufragar la barca de madera que él mismo había hecho. Jamás se lo perdonó. Fue por eso que decidió abandonar la ciudad y aislarse de la gente, ahogándose en su tristeza.

Lo que la gente desconocía era que cada día, al llegar la noche, Jonás encontraba la felicidad. Había conseguido adentrarse en el mundo de los sueños. Allí todo era posible, desaparecía la soledad y su tristeza. Jonás podía reencontrase con su familia por unas horas. Hacían largos paseos, disfrutaban de una merienda en el campo, cantaban y bailaban canciones, veía como sonreía su pequeño y para Jonás ya era suficiente. Al principio pensó que no podía ser real pero antes de despertar dejaba un puñadito de serrín en su huerta. Un día cosechando se dio cuenta. En aquel lugar crecía un árbol hermoso y fuerte. Jonás podría ver a su familia en los sueños y en la vida.