CUENTO
Hace
muchos, muchos años, en un país muy lejano y triste, existió una
enorme montaña de piedra negra y áspera.
Todos
los vecinos de la localidad estaban convencidos de que ocurriría una
desgracia. De generación en generación lo iban vaticinando. Un día,
Medusa, la hechicera del lugar, comentó que esa tarde ocurriría una
desgracia. Los vecinos no se la creyeron. Ella insistió: "Ha
llovido mucho estos días y la montaña no es segura. Habrán
desprendimientos. Ya sé que no os lo creéis, pero solamente hacedme
caso en una cosa, si oís ruido de piedras no os giréis porque sino
os convertiréis en hombres de piedra.
Ese
atardecer murieron dos hombres sepultados por un derrumbamiento en la
enorme montaña de piedra negra y áspera.