Cuando
la tercera Constanza, hija de Constanza y nieta de Constanza, se entera de todo
lo que ha hecho Joaquín Dechén por ella y su familia decide abrir su negocio de
avionetas. Inicialmente, la idea era
abrirla junto a su socio, actualmente muerto en un accidente con una avioneta.
Unos
años después conoce a un hombre joven y guapo llamado Ramiro. Igual fue
casualidad o igual no, pero se casó con él.
Constanza le explicó toda su
historia a Ramiro y él le explico la suya. Años más tarde tuvieron una hija a
la que llamaron Marta Constanza.
Marta
creció rodeada de cariño y amor por sus padres. Tuvo una infancia muy bonita y cuando
cumplió los diez años sus pares le regalaron un vale por una vuelta en
avioneta. Ella se puso muy contenta ya que desde pequeña había sabido toda la
historia de su familia.