Después de que su querido querido abuelo Joaquín Dechén muriera, llevó durante más de 10 años la empresa sola, llevando el pequeño negocio en un aeropuerto muy importante ya que futuros pilotos realizarían allÍ sus prácticas.
Constanza se enamoró de Ramiro pero él no sentía lo mismo que ella y eso hizo que se sintiera muy mal, alejándose de cualquier tipo de relación, hasta conocer a un jóven piloto llamado Joaquín.
Él sí sentía por ella lo suficiente para empezar una relación y ella también por él. Así tuvieron un hijo llamado Joaquín y una hija llamada Constanza.
Siguieron juntos trabajando en el aeropuerto hasta que los niños se hicieron mayores y por sus padres también. Hasta el punto que los padres ayudaban como podían sus hijos se licenciaron para pilotos y se hicieron cargo del negocio, así haciendo a su padre y sobretodo a su madre muy orgullosos de ellos y de todo lo que habían trabajado
