domingo, 16 de febrero de 2020

CUENTO

Hace muchos, muchos años en un país muy lejano y triste, existía un niño pequeño y adorable llamado Marcos, que vivía en una pequeña casa pueblerina en medio de la nada, siempre desde su habitación él veía a niños jugando en el pueblo de más allá y él no había salido nunca de casa. Su madre le tenía prohibido salir debido a que todo el mundo pensaba que él era un rebelde, debido a que estaba siempre en casa saltando, que no se aguantaba quieto un segundo. Lo llevaron a psicólogos, ellos decían que estaba loco y que era hiperactivo. Un día, estando solo en casa, decidió saltarse las reglas de sus padres de que no podía salir de casa. No podía salir por ningún lado, pero algo le incitaba a salir, lo intentó de todas las maneras, pero al final no pudo. Pero cuándo menos se lo esperaba, le vino una fuerza inhumana y se sentía con fuerzas para poder abrir la puerta. Consiguió salir de su casa, se fue corriendo hacia el pueblo dende veía a los niños jugar y antes de que volvieran sus padres volvió a casa. Los padres se sorprendieron al ver a Marcos tan calmado y alegre. Fueron a otro psicólogo y les dijeron que el niño estaba perfectamente, ahí Marcos les contó lo que había hecho para sentirse tan bien y ahí se dieron cuenta de que el problema no era del niño, era de los padres, que lo habían estado malcriando toda la vida.