Hace muchos, muchos años, en un país muy lejano y triste, vivía una niña que se llamaba Lisa que vivía con su hermana mayor Claudia .
Hacía solamente dos años que se había ido su querida madre, en un lugar tranquilo, en un lugar blanco, en un lugar que se llamaba el cielo. Solo se tenían ellas dos, y a Elfo.
Claudia era muy peculiar, le gustaba explorar, descubrir cosas, era una mujercita misteriosa.
Ella nunca había tenido una relación seria con alguien, no es porque no quisiera, era porque no se veía preparada para un compromiso, digamos que no le gustaban las etiquetas.
Estaban en una época machista y dictadora, tenían que obedecer a los de arriba, y pensar igual que ellos, no podías ser original y menos ser diferente.
Lisa solo pensaba en divertirse y descubrir cosas con su amigo Elfo, era una criatura extraña, que cuidaba de ella.
Elfo fue un regalo que le regalo su madre antes de morirse para protegerla.
Habían pasado tres años, Lisa ya tenía 18 años, y Claudia se había enamorado de una chica que se llamaba Teodora, su amor lo llevaban en secreto, porque en esos tiempos no estaba bien visto.
Lisa se había buscado un trabajo complicado, se había metido en un partido político para poder cambiar el país. Tenía que tener mucho cuidado, ya que el presidente la quería matar por pensar diferente.
Pero ella estaba segura teniendo a Elfo.
Ella no quería rendirse, quería seguir hacia delante con su proyecto.
Pero una mañana Elfo desapareció, y dejo sola a Lisa, ella no sabía que hacer sola, se había criado con el, no se imaginaba una vida sin el.
Pero llego a la conclusión que podía continuar sola, y Elfo solo era una imaginación de Lisa.